Los seres vivos siempre han sido protagonistas de las
tres funciones esenciales del planeta tierra, la primera relacionada con
brindar los recursos que se necesitan, la segunda ser el escenario en donde se
desarrollan las actividades con estos recursos y la tercera recibir el
resultado de estas actividades.
Tal vez un concepto que desde nuestra cotidianidad
ejemplifica estas tres funciones, es el ciclo de vida el cual podemos
visualizar esta vez a través de las acciones de la familia del consumo
responsable.
El padre todos los días compra el periódico en el puesto de prensa de la esquina, con base en
este caso se pueden analizar, teniendo en cuenta la primera función de la
tierra y el inicio del ciclo de vida, en un contexto medio ambiental, el lugar de
donde proviene el periódico, entendiéndose como de dónde obtiene la materia
prima la empresa que produce el periódico, qué procesos industriales emplea
para elaborarlo, cuáles medios de transporte usa para distribuirlo, entre otros
factores; desde un punto de vista económico, cuáles son las condiciones de
negociación entre la empresa productora y la persona que comercializa ese
periódico, dando como resultado X precio hacia el consumidor, además qué
factores influyen para que el comercializador pueda estar en ese sitio, tales
como arriendo, permisos o servicios públicos; y en cuanto lo social, además de
verse el rol del expendedor de prensa, los diferentes grupos que van a comprarle,
entre estos, trabajadores, estudiantes, deportistas, entre otros.
La mamá acostumbra ir a la peluquería cada quince días, donde
le cortan el pelo, la peinan y le arreglan las uñas de las manos y los pies. En
el anterior caso se representa la segunda función del planeta tierra y la mitad
del ciclo de vida, porque usualmente son los momentos donde consumimos, usamos o
nos prestan un servicio. Desde el medio ambiente surgen inquietudes relacionadas
con el impacto que se generó al momento de desarrollar la actividad, por
ejemplo la cantidad de agua que emplearon en el servicio que prestaron en la
peluquería, el gasto energético de los accesorios empleados en el servicio, entre
otras cosas; en un contexto económico, el grado de satisfacción visto desde el
costo-beneficio; y en lo social, el rol de las trabajadoras de la peluquería,
la administradora y demás clientes.
El niño después de tomar un jugo usualmente deposita el
envase en una caneca para que sea reciclado, cuya acción corresponde a la
tercera función del planeta tierra y aquí se ve el final del ciclo de vida del
consumo que hace el niño, pero al mismo tiempo el inicio de otro posible ciclo.
Igual que los otros casos se pueden analizar desde un contexto ambiental, el
impacto que se genera dependiendo del tipo de residuo que se desecha; en un
contexto económico el costo que representa el tratar ese tipo de residuo; y en
lo social todas las personas entorno al aprovechamiento del residuo.
Acorde con los anteriores casos descritos, cabe recordar
que hasta el momento solo podemos disfrutar de un planeta y con base en esta
reflexión surge la invitación de tener siempre presentes tanto las tres
funciones del planeta, como los distintos momentos del ciclo de vida, en
nuestro consumo responsable.