Experiencias y sorpresas fueron lo que consiguió la familia
del consumo responsable luego de haber comido algunos productos alimenticios
sin fijarse en la lista de ingredientes.
El niño tuvo una mala experiencia cuando se comió una
torta en los cumpleaños de un amigo, porque esta tenía maní, producto al cual
era alérgico. La mamá en cambio, le comenzó a doler el estómago tras haber
consumido un vaso de leche que no era deslactosada. La joven por su parte se
picó después de consumir unas aceitunas que contenían ají. Y el abuelo
provocado por algo dulce, entró a una heladería y al momento de probar el
helado se dio cuenta que era ácido.
A partir de los anteriores ejemplos, podemos ilustrar el
por qué es necesario leer la lista de ingredientes presentes en las etiquetas de
los productos que consumimos, la cual está descrita en orden decreciente y
contiene los aditivos alimentarios usados.
Poder prever no solo problemas de salud sino reconocer desde
el gusto lo que consumimos, son fundamentales al momento de leer la lista de
ingredientes y así llevar a cabo un consumo responsable.
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